Vigilia seducida

Se desbordan tus besos
sobre mi piel escarchada
esculpiendo al mármol de seda
bajo la luna plateada
Fragantes caricias de incienso
tiñen de malva la pasión
embriagando noches en vigilia
con ardiente seducción

Caterina Gravina

 

Viaja el deseo

hasta la frontera de tus labios

bebiendo sorbo a sorbo
la pasión de tu silencio


Caterina Gravina 
(poema e imagen de la autora)

SURCOS DE LA VIDA

La serenidad del pescador
dibuja surcos en un rostro curtido
por la sabiduría añejada.

Caterina Gravina
(Imagen y poema de la autora)

EPIGRAMA DE MI AMOR SOBRE CARACAS

Caracas, esa ciudad de mientras tanto y por si acaso

José Ignacio Cabrujas

Atardecer que apaga la voz de la desesperanza, que aquietas la soberbia de una ciudad indomable, a solas frente a ti…me reconcilio con la tierra que me pisa, y abrazo al mañana que me espera.

Caterina Gravina 

CRUCES DE HIERRO

En la ciudad circulan los perros del desprecio

y no hay quien se proteja de sí mismo

Mharía Vázquez Benarroch

I.                   TE DEUM

me elevo

        vuelo invisible

busco            observo

una madre conserva en su regazo

                   el cálido abrazo del adiós

un padre carga con dolor

                   recuerdos escondidos

                             en humilde féretro

familias      coinciden

siembran cruces de hierro

       sobre tierra de injusticia

II.                EPITAFIO

en las alturas

          vuelo invisible

sólo se escucha

        gritos de silencio

                 dolor a gritos

una multitud abraza la tierra

en busca de perdón

ojo por ojo diente por diente

 Caterina Gravina

ABRAZOS TIBIOS PIEL ARDIENTE

Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras

todo lo ocupas tú, todo lo ocupas

Pablo Neruda

viajo a través de tus ojos

mis recuerdos en los tuyos

bebo

     bebo de tus labios

                  de tu presencia

me invitas con un gesto

a fundirme en ti

Caterina Gravina 

    

SUEÑOS QUE CUELGAN EN EL CARRUSEL

no tomes muy en serio

lo que te dice la memoria…

José Emilio Pacheco

se detienen los recuerdos

juegos de canicas

               algodón de azúcar

                        carrusel

y hay reflejos en el barro

                risas sin destino

                             llanto sin dueño

hoy          solitario

mirada lánguida

sostiene el bastón

recuerda el fragante día

que decidió

       no envejecer

Caterina Gravina